por Stacy Francis, CFP®, CDFA
En una reunión familiar reciente, la conversación giró en torno a los celulares. Más específicamente, mi cuñada había recibido un extracto esa mañana. Sorprendida por haber usado menos de un tercio de los minutos que pagó, quiso saber si el prepago sería una mejor opción.
¡Qué excelente pregunta! De hecho, muchas familias podrían ahorrar mucho si se cambiaran. Sin embargo, a continuación, algunos aspectos a considerar primero:
- ¿Cuántos minutos usas realmente? Si normalmente pasas 600 minutos al mes en el teléfono y los escasos 100 minutos que aparecen en tu último estado de cuenta se deben a que tu teléfono estuvo roto casi todo el mes, probablemente deberías mantener tu plan. Pero si durante los últimos seis meses aproximadamente no has usado ni la mitad de tus minutos, el prepago podría ser la opción ideal.
- ¿Será que simplemente tienes el plan equivocado? ¿Has comparado diferentes planes y proveedores? Desde planes ilimitados con grandes compañías como T-Mobile y AT&T hasta opciones más económicas con compañías menos conocidas como Tracfone, es probable que encuentres un plan que se adapte mejor a tus necesidades.
- ¿Y qué hay del teléfono? Al contratar un plan, la mayoría de los proveedores te regalan un teléfono (o al menos con un gran descuento). Con el prepago, normalmente tienes que comprar el tuyo. Si tienes un teléfono extra, puede que no sea importante. Pero si no, debes tener en cuenta este precio en el cálculo.
- ¿Buscas un plan para ti o para toda tu familia? Los planes familiares suelen ser más económicos que los individuales. Por otro lado, si tienes hijos adolescentes, entre chatear con amigos y enviar mensajes de texto, un plan prepago podría ahorrarte una fortuna.

