por Jillian Beirne Davi

¿Cuál es tu mentalidad sobre el dinero?

La mayoría recordamos haber escuchado mensajes específicos sobre el dinero de los adultos que nos cuidaron desde nuestra infancia. ¿Qué escuchaste durante tu infancia? ¿Era difícil conseguir dinero? ¿Era escaso? ¿Escuchaste a los adultos a tu alrededor discutiendo sobre dinero? ¿Sentías que nunca había suficiente para que todos se sintieran bien?

Bueno, si has escuchado este tipo de mensajes, no estás solo. Las historias alegres de crecimiento y abundancia no venden periódicos ni atraen a millones de televidentes. Sin embargo, las historias deprimentes sobre mercados en desplome sí lo hacen. Vivimos en una cultura que sensacionaliza la escasez mientras ignora convenientemente la abundancia.

Muchos de nosotros escuchamos de los adultos en nuestras vidas lo difícil que es conseguir dinero y nos mostraron a través de sus acciones cómo comportarnos de ciertas maneras que demostraban que el dinero escaseaba.

Es posible que hayamos adoptado de nuestros cuidadores lo que se llama una "mentalidad de escasez", que consiste en pensar y actuar como si no hubiera suficiente para que todos se sientan bien.

Este concepto se refuerza en nuestra sociedad a través de los medios de comunicación y la sabiduría convencional.

Al comenzar a tomar medidas para alcanzar sus metas financieras, es posible que piense y actúe desde una perspectiva de carencia. Quizás crea en secreto que no tiene suficiente.

Los 7 síntomas principales de una mentalidad de escasez. ¿Te identificas con alguno de estos?

Crees que la vida es permanenteNo ver las cosas como temporales, sino como algo fijo, pensando "así son las cosas". La mentalidad de escasez ve la vida como algo fijo e inmutable. No puedes ver nuevas oportunidades desde una mentalidad de escasez porque crees que las cosas nunca cambiarán. La mentalidad de abundancia ve la vida como algo dinámico, maleable y en constante cambio.

Utilizas habitualmente el lenguaje de la carencia. ¿Usas a menudo las siguientes frases? No puedo. No tengo suficiente; estoy en la ruina, simplemente me faltará algo, no me alcanza, etc. En lugar de eso, experimenta con el lenguaje de la prosperidad. Siempre tengo más que suficiente; mis ingresos aumentan constantemente, la vida es buena.

Tienes problemas para reconocer el éxito de los demás. Celos, secretos o no. Los celos implican que alguien ha logrado algo que crees inalcanzable. Su éxito debe compensar tu pérdida de alguna manera. Esta es una mentalidad de escasez.

Acumulas o te aferras a las cosas. Estás guardando Objetos que ya no sirven: comida, ropa, zapatos. ¡Deshazte de lo que no necesitas! ¡Esto invita a la vida a traerte más!

Tienes dificultad para recibir. Los cumplidos, los regalos, que alguien te consienta, restarle importancia a los logros, sentir que tienes que ajustar cuentas de inmediato. Si no puedes recibir con generosidad, debes creer que cuando alguien te da, debe haber "perdido" algo a cambio. Esto simplemente no es cierto.

Gastas demasiado o comes en exceso. Cuando realmente creen que no hay suficiente para que todos se sientan bien, algunas personas con mentalidad de escasez comen y gastan como si fuera su último dinero o su última comida antes de morir. Cuando tenemos una mentalidad de escasez, nos cuesta confiar en que más vendrá o estará en camino. Así que tratamos cada bocado como si fuera el último.

Haces pequeños gestos de carencia. Dar propinas de menos, robar, quedarse con lo mejor. Cuando haces pequeñas demostraciones de carencia que otros no notan, te impides recibir más en la vida. Si crees en la carencia, por pequeñas que sean tus acciones, la vida te reflejará esas mismas creencias. La vida reflejará tus creencias.

Si descubres que tienes una mentalidad de escasez, ¡no te preocupes! Muchos la tenemos. La mejor manera de transformar una mentalidad de escasez en una de abundancia es empezar a hablar de prosperidad y riqueza en tu vida y (y esto es aún más importante) actuar con abundancia.

Tres acciones sencillas y abundantes que puedes hacer ahora mismo

• Dona algo de dinero a una causa, organización benéfica u organización que ames.

• Cuando recibas cumplidos, ¡da las gracias (y luego sonríe)! Resiste la tentación de desviar las palabras amables.

• Revisa tu armario y deshazte de la ropa y las cosas que no necesitas. Luego, ve a la despensa de la cocina y a los gabinetes del baño.