por Stacy Francis, CFP®, CDFA
Con las fiestas en pleno apogeo, muchos se preguntan cómo podemos aprovechar al máximo nuestro dinero. La mejor manera de conseguir el mejor precio y llevarse más por menos es regateando. El mayor problema que la mayoría de los compradores tienen con el regateo es que creen que la gente amable no lo hace.
Lo importante es recordar que regatear no es más que una transacción comercial. Simplemente se intenta conseguir algo a un precio justo. No se intenta engañar a nadie. En muchos países, regatear es la norma. En Turquía, regatear es, de hecho, una tradición muy arraigada.
Tienes derecho a regatear, especialmente en tiendas pequeñas que no ofrecen descuentos. Aquí tienes algunos consejos para conseguir el mejor precio.
Límite de precio – Asegúrese de tener un límite de precio en mente antes de acercarse a los comerciantes y prepárese para marcharse si no pueden cumplir con su límite.
Sé discreto – Sea discreto en sus negociaciones, ya que es posible que el dueño de la tienda no quiera que otros clientes sepan que los precios son negociables.
Compre fuera de horas punta – Cuando el negocio va lento, lo más fácil es regatear.
Sé respetuoso – Trate al vendedor y la mercancía como le gustaría ser tratado.
Mercancía sin marcar – Si no hay precio, es una invitación a regatear.

