por Stacy Francis, CFP®, CDFA, Fundadora Savvy Ladies
La conferencia a la que asistí la semana pasada fue un estudio sobre el pesimismo y la negatividad. Siento que, ahora mismo, la gente presta demasiada atención a lo negativo y muy poca a los muchos aspectos positivos de la situación financiera actual. ¡Para inspirarte, lee a continuación!
Cinco lecciones positivas para afrontar una recesión
- Ahorramos más. Durante siglos, los estadounidenses hemos vivido con el plástico, gastando mucho más de lo que ganamos, sin pensar demasiado en el futuro. Ante el temor a las dificultades financieras, empezamos a reservar dinero para emergencias: un primer paso asombroso hacia un futuro financiero más sólido.
- Nos libramos de las deudas. Puede parecer controvertido: ¿cómo se supone que vamos a pagarlas si ganamos menos? Pero las estadísticas muestran que, por primera vez en mucho tiempo, los estadounidenses están reduciendo sus deudas en lugar de aumentarlas.
- Las inversiones se vuelven más económicas. Acciones, fondos mutuos invertidos en acciones, bienes raíces... ¡parece que hoy en día hay gangas por todas partes! Es cierto que mucha gente ha sufrido pérdidas inconmensurables... pero recuerda siempre que en cada operación hay dos caras. Por cada persona que vende una casa con pérdidas, hay otra que la compra con descuento. Si tienes el dinero, este es un momento fabuloso para invertir.
- Aprendemos a priorizar. Cuando el dinero llega y se va fácilmente, podemos tenerlo todo. Cuando la oferta escasea, nos vemos obligados a establecer prioridades y a diferenciar las necesidades reales de las superficiales. Esto nos permitirá sacarle más provecho a nuestro dinero cuando nos encaminemos hacia la próxima bonanza.
- Descubrimos qué nos hace realmente felices. Es tan fácil. Aceptamos un trabajo que nunca quisimos porque necesitamos el dinero. Conseguimos un par de ascensos y aumentos, y ajustamos nuestro estilo de vida en consecuencia hasta que dependemos completamente de nuestros ingresos. Mientras tanto, nuestros sueños y pasiones se alejan cada vez más. Cuando salimos de esa manta de seguridad y nos damos cuenta de que podemos sobrevivir con mucho menos, tenemos otra oportunidad de intentar hacer realidad esos sueños.


