por Stacy Francis, CFP®, CDFA
Una amiga me llamó anoche. «Vamos a reunir a la vieja pandilla», dijo, «para ir de compras». ¿Me gustaría ir con ellos?
Este último detonante para ir de compras (al menos por ahora) es también uno de los más comunes y uno de los más fomentados por todo tipo de medios, desde películas y series de televisión hasta libros, por no hablar de revistas. Las explicaciones de por qué tantas mujeres consideran ir de compras como uno de sus pasatiempos favoritos varían. Algunos dicen que está en nuestro ADN: que las mujeres siempre han sido coleccionistas y que ir de compras es la versión moderna. Otros dicen que intentamos atraer a los hombres luciendo bien, y otros dicen: ¡vamos, ir de compras es divertido!
Sea cual sea el motivo, este pasatiempo puede tener un efecto devastador en tus finanzas, tanto a corto como a largo plazo. Porque no solo vamos de compras incluso cuando no necesitamos nada, sino que, al comprar juntos, nos animamos mutuamente a gastar más. ¿Cómo resistirse a comprar unos vaqueros de diseñador cuando cuatro de tus mejores amigos te miran con admiración, diciéndote que tu trasero nunca ha estado mejor? Es aún peor si vas de compras con amigos que tienen más dinero que tú o que tienden a gastar de más.
No pretendo ser aguafiestas (bueno, seré sincera, probablemente soy la única mujer del planeta a la que no le gusta ir de compras) ni decirte que no deberías quedar con tu gente en el centro comercial. Pero primero, analiza tus finanzas, usa solo efectivo, crea un presupuesto y cúmplelo.
Si tus amigos realmente se preocupan por ti, lo respetarán y tendrás un día encantador sin tener que lidiar con problemas.
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