Las mujeres divorciadas tienen más probabilidades de vivir en la pobreza y recibir asistencia pública que sus homólogos masculinos. Para afrontar el reto de vivir con un solo ingreso, las mujeres deben ser valientes y descubrir maneras de aprovechar sus talentos para impulsar sus carreras profesionales. De esta manera, si se divorcian, estarán preparadas para vivir con un solo ingreso.
